Miembro fantasma doloroso: Terapia espejo y realidad virtual. Revisión sistemática

Abstract

Introducción: poco después de una amputación de una extremidad, un 60-80% de los pacientes padece dolor del miembro fantasma (MFD). Actualmente, no se ha encontrado un tratamiento que sea efectivo, pero sí algunos prometedores como la terapia espejo (TE) o la realidad virtual (RV), que consiguen reducir la percepción de los dolores. Objetivo: evaluar de forma sistemática la literatura más actualizada sobre la TE y la RV en personas con DMF. Metodología: se realizó una revisión sistemática de la bibliografía científica de los últimos diez años publicada en varias bases científicas: Pubmed, Cochrane y PEDro, utilizando los términos “virtual reality”, “phantom limb”, “mirror neurons”, “virtual reality exposure therapy” y “sensory feedback” desde 2012 hasta 2022 a través de una búsqueda avanzada. Se incluyeron artículos de ensayos clínicos, cruzados únicos y cuasi-experimentales sobre la TE y la RV en pacientes con MFD, sean hombres o mujeres de diferentes edades. Se excluyeron los artículos sobre revisiones sistemáticas y los anteriores al 2012. Se evaluaron los artículos seleccionados a través de la escala PEDro. Resultados: se seleccionaron seis estudios donde se observaba una reducción significativa del DMF tras cuatro semanas de intervención. Confirman que la TE es una terapia eficaz para el DMF en amputados ya que la intensidad del dolor disminuyó, igual que la RV. Ambas terapias dieron resultados positivos si se siguen realizando una vez acaba las sesiones guiadas. Confirman que sesiones de quince a treinta minutos de forma diaria o alterna entre cuatro y diez semanas proporcionan resultados positivos reduciendo el dolor y mejorando la calidad de vida de los pacientes con DMF. Conclusiones: falta un consenso entre los autores para la realización de un protocolo específico, así como aclarar en qué estado se encuentran los pacientes al comenzar y acabar, y diferenciarlos por género y edad. Sin embargo, sí que se observan evidencias de los efectos positivos de ambas terapias con pacientes con DMF.