Abstract
El envejecimiento se caracteriza por una reducción progresiva de la reserva homeostática de cada sistema y aparato del organismo1 . Afecta a todas las funciones del sistema nervioso, aunque no todas declinan de forma simultánea2. Estos cambios son muy diversos entre los órganos de una persona y reciben la influencia de la dieta, el medio ambiento y estilos de vida. Entre las diferentes alteraciones que se describen, se destaca el sueño. El sueño es una necesidad fisiológica básica, esencial para la salud y el bienestar. Es básica para el mantenimiento de la salud y la recuperación de la enfermedad considerándose un aspecto fundamental en la restauración tanto física como psicológica del organismo3-5. [...]